Tras ofrecer a la empresa un periodo de tres meses sin acciones sindicales con el objetivo de favorecer el diálogo, la dirección ha optado nuevamente por la confrontación, despreciando los derechos de la plantilla y los acuerdos previamente alcanzados.
Las concesiones realizadas responden a una voluntad de conciliación, no a una posición de debilidad. Si la empresa persiste en la vía del enfrentamiento, el movimiento sindical mantendrá su respuesta el tiempo que sea necesario hasta alcanzar las reivindicaciones planteadas y se extenderán más allá de Barcelona, al igual que en ocasiones anteriores.
¡Frente a los abusos empresariales, solidaridad internacional!